En el transcurso de los últimos años, correr se ha vuelto un deporte muy popular debido al impacto positivo que trae para la salud y por la relativa “facilidad” que tiene practicarlo, sin embargo, gran parte de los corredores se centra únicamente en esta actividad y no realizan trabajos complementarios con sus entrenamientos, por ejemplo, de fuerza muscular específica.
La fuerza muscular es una capacidad física que se puede trabajar y expresar de muchas maneras y que tiene grandes beneficios para los corredores de todos los niveles, entre estos, la disminución del riesgo de lesiones, pues la fuerza proporciona más capacidad osteomuscular para absorber la carga y generar movimientos que protejan las articulaciones del alto impacto producido durante la carrera, por otra parte, brinda estabilidad a las estructuras articulares para soportar el entrenamiento volviendo más fuertes tendones y ligamentos, mejora la activación muscular, los movimientos coordinados entre las articulaciones, la propiocepción (incluso más que el trabajo en superficies inestables) y el equilibrio, promoviendo además una mayor densidad ósea (huesos más fuertes y con más minerales) que es muy importante para patologías como la osteoporosis, la osteopenia y las fracturas por estrés.
Si lo vemos desde el rendimiento, la fuerza ayuda a tener una mejor economía del esfuerzo, esto significa el mantenimiento de una intensidad alta con menor esfuerzo (menos pulsaciones), manteniendo un gesto deportivo eficiente, retrasando la aparición de fatiga muscular, mayor eficiencia metabólica (utilización de la grasa como combustible) y disminución de la presión arterial, entre muchos otros beneficios.
Es entonces la combinación de la resistencia y la fuerza (entrenamiento concurrente) un método muy importante no sólo para la mejoría del rendimiento deportivo sino también para la salud y la longevidad deportiva brindándole al cuerpo herramientas para reducir la aparición de lesiones, mejorando a largo plazo capacidades físicas y mentales (las dos igual de importantes).
Es importante que para finalizar recordemos que este tipo de entrenamiento está indicado en todas las personas, siempre y cuando se tenga una adecuada planificación dependiendo de las características individuales, dado que todos reaccionamos de forma diferente a los estímulos, con motivaciones y objetivos muy diversos, así que lo más recomendado es partir desde una orientación profesional ajustada y adecuada.
Camila Ramírez / Fisioterapeuta / Coach Recovery
Cuento con más de 10 años de experiencia acompañando a personas en diferentes ciclos vitales, desde rehabilitación hasta entrenamiento de alto rendimiento.
El cuerpo es el mejor medio que tenemos para alcanzar nuestro bienestar.